Las abejas obreras (Apis mellifera) son hembras infértiles. Ellas segregan la cera utilizada para construir los panales y son también las encargadas de limpiar y mantener la colmena, criar a las larvas, vigilar el panal y recolectar el néctar y el polen.
Como en todos los miembros de Aculeata, el ovipositor ha sido modificado en un aguijón que sirve para inyectar veneno producido por glándulas abdominales. Pueden clavarlo en un enemigo para defenderse, pero las abejas mueren poco después de clavar su aguijón, que es recto con púas, las cuales impiden retirarlo. La glándula está unida a él y es arrancada al tratar de retirarlo.